El cáncer de mama es una enfermedad antiquísima. La descripción más antigua se halla en el Papiro de Edwin Smith, un documento egipcio de tres mil A.C., la primera extirpación corresponde al anatomista del siglo XVI Andreas Vesalio y la primera descripción completa la hizo Le Dran, quién detalló cómo se extendía hacia los ganglios axilares y, de allí, a todo el cuerpo.
El cáncer de mama es un tumor maligno que aparece en el pecho. Las células cancerosas crecen y pueden invadir y dañar tejidos y órganos cercanos. También pueden entrar en la circulación y formar otro tumor en otra parte del cuerpo. Generalmente afecta a las mujeres, y en menos medida a hombres.
La mamografía es la técnica exploración más utilizada, pero a veces se completa el estudio con una ecografía, una resonancia magnética (RNM) o realizando una biopsia de la mama.
Los programas de cribado poblacionales consiguen el diagnóstico en fase precoz, lo que permite tratamientos más eficaces. Los que se detectan en su etapa inicial son el 100% curables.
Los factores de riesgo más importantes son la edad (mayor incidencia entre 50 y 65 años), factores hormonales, antecedentes familiares, alteraciones genéticas, obesidad o sobrepeso. La dieta hipercalórica, el sedentarismo, consumo de tabaco y de alcohol también contribuyen a su aparición.
El tratamiento viene determinado por varios factores como el estadío al diagnóstico y las características de la paciente. Si es necesario se recurre a la cirugía para extirpa el tumor, la glándula mamaria y los ganglios axilares. Tratamiento complementario a la cirugía es la radioterapia, que permite destruir células cancerosas. La quimioterapia (administración de fármacos) permite destruir las células malignas que se pudieran haber dispersado por el organismo, a las que ni la cirugía ni la radioterapia pueden alcanzar. También existen tratamientos hormonales y biológicos, así como técnicas de reconstrucción mamaria que se pueden realizar transcurrido un periodo de tiempo o de forma inmediata tras la cirugía, siempre que la mujer no vaya a recibir radioterapia tras ésta.
En mi opinión, los avances en el cáncer de mama fueron impresionantes. Antes era una enfermedad temida y ahora es combatida con herramientas de diagnóstico, terapias personalizadas y avances tecnológicos. Los gobiernos también contribuyen con programas de prevención. En conclusión, no solo representan un triunfo de la ciencia, sino también un compromiso humano por mejorar la salud y el bienestar de las personas.